Cotizar lo mínimo posible a la Seguridad Social puede traer graves consecuencias llegado el momento de la retirada.

En nuestro país existen, hoy en día, alrededor de 3,1 millones de trabajadores autónomos o por cuenta propia (según el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, RETA). Estos pueden elegir las bases de cotización, y muchos se decantan por cotizar lo mínimo posible a la Seguridad Social. Esto incidirá, directamente, en la pensión de jubilación que van a percibir en el futuro. De esta forma las pensiones medias de los autónomos son un 41% menos que la de los trabajadores del Régimen General.

Los expertos en la materia recomiendan, si se quiere seguir manteniendo el mismo nivel de vida precio a la jubilación, complementar la pensión pública con algún producto de ahorro o de inversión, así como llevar a cabo una buena planificación.

A continuación vamos a ver los consejos que deben seguir los autónomos para evitar situaciones desagradables en el futuro.

  1. Conocer cuánto voy a necesitar durante mi jubilación. Para llevar a cabo esta estimación será importante calcular si se continuarán haciendo aportaciones a la hipoteca, si los hijos ya se han emancipado (o no), así como si existe algún préstamo que debamos liquidar. Además será fundamental plantearse qué tipo de ritmo de vida se quiere llevar, de forma que podamos calcular cuánto dinero vamos a necesitar cada mes.
  2. Huir, siempre que se pueda, de la cotización mínima a la Seguridad Social. Si cotiza por lo mínimo será conveniente complementar esa cotización con un producto de ahorro.
  3. Saber que nunca es demasiado pronto para esas aportaciones de capital a un plan de ahorro privado. Un ahorrador que invierta, por ejemplo, 100 euros mensuales desde los 30 años, puede llegar a acumular hasta 120.000 euros (mientras que si hace esa misma aportación a partir de los 50 años, solo podrá acumular 34.000 euros).
  4. Tener claro qué producto queremos escoger para la jubilación. El plan de pensiones tendrá que ver con la edad en la que se contrate, su perfil y su situación personal. Lo más común es optar por planes con más riesgo cuando el horizonte de la jubilación es lejano, mientras que este será más conservador a medida que la edad aumente.
  5. Por último, pero no por ello menos importante, es fundamental ajustar el importe dependiendo de nuestro situación laboral. Los expertos recomiendan empezar, a principios de la vida profesional, con pequeñas aportaciones periódicas de 50 o 100 euros mensuales. Una vez que el autónomo se encuentre en una situación laboral cómoda podrá aumentar este importe (así como reducsi atraviesa un momento complicado). 
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