En el marketing digital es bastante habitual revisar las causas de porqué unas acciones o anuncios funcionan mejor que otros, siendo bastante complicado saber qué métodos van a producir los mejores resultados. Incluso es posible que cuando nos demos cuenta de cual es la opción más recomendable hayamos gastado gran parte de nuestro presupuesto.
Por ello es especialmente importante el uso de metodologías que nos permitan testar las diferentes alternativas de acción con nuestros potenciales clientes, y hacerlo en un entorno controlado en el que podamos detectar, de inmediato, los mejores enfoques. Y estas metodologías que nos ahorran tiempo, dinero y sobresaltos tienen como paraguas el concepto de prueba A/B.
El funcionamiento de dicha técnica es muy sencillo, y se trata de un método que se lleva empleando desde hace años. Se escogen dos enfoques diferentes y se exponen ambos a un público particular, acotado y representativo. El objetivo muy simple: ver cuál es más efectivo de los dos.
Estas pruebas mostraran resultados bastante específicos para cada tipo de negocio, pudiendo personalizar la estrategia de la compañía en función de nuestro nicho de actividad y público presenta y objetivo. Pero lo mejor que tienen los test A/B es que sirven para mostrar tendencias, así como para sacar conclusiones más generales.
*Fuente de la información ‘Ticbeat’
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