Como ya hemos comentado en numerosas ocasiones el tejido empresarial español está formado, en un 99,7%, por pymes y micropymes. Estas suponen el 74% del empleo, pero solo el 63% del valor añadido bruto, ya que el pequeño tamaño de las empresas acaba penalizando el crecimiento del PIB.
De la misma forma el miedo a crecer está presente en las pymes españolas, y según estimaciones del Ministerio de Economía si España consiguiese una estructura empresarial similar a la del resto de la Unión Europea, el PIB crecería un 3,35%.
Pero además de ese miedo a crecer muchas de ellas carecen del personal cualificado, de visión empresarial, conocimiento y herramientas para aumentar su tamaño e incrementar su productividad. A todo ello se suma el estigma social empresarial del fracaso. En otros países, como EEUU por ejemplo, fracasar y emprender está bien visto, mientras que aquí está mal visto y hace que muchos empresarios prefieran quedarse en su zona de confort.
A continuación vamos a ver cuáles son, a opinión de los expertos, las diez razones por las que las pymes españolas no crecen.
1. Falta de preparación.
Crear un negocio es difícil y saber mantenerlo en el tiempo mucho más. Sin embargo estar preparado para dirigirlo en las diferentes etapas del mismo y adaptarse al crecimiento que el negocio experimenta tiene un mérito innegable. Muchas veces el no tener la preparación adecuada puede provocar que un negocio estable y rentable muera por su propio éxito.
2. Falta de personal cualificado.
Los expertos calculan que en España hay más de 110.000 puestos de trabajo sin cubrir. No basta con buscar empleados formados y cualificados, sino también empleados que quieran aprender, sean conscientes de sus limitaciones y tengan una mínima visión empresarial. En definitiva, personal que exija condiciones pero que esté dispuesto a dar resultados.
3. Falta de personal comprometido.
Una de las principales razones para no crecer es no tener un personal comprometido que te acompañe en tu aventura profesional, en quien puedas delegar. Todo buen empresario necesita empleados que estén bien formados, que sean capaces de asumir compromisos y responsabilidades. Y si para ello hacen falta incentivos extras, pues se dan.
4. Falta de planificación.
Muchas empresas con un gran producto han fracasado y otras, vendiendo un producto normal, tienen éxito. Para poder crecer hay que planificarse y saber qué rumbo o meta se quiere conseguir, lo que se pretende alcanzar y que un incremento inesperado no suponga el cierre de la empresa por no estar preparado. No conocer el mercado, las necesidades de tus clientes o tu competencia, te impiden crecer.
5. Falta de visión empresarial.
La generación actual no está formada para ser empresaria, aunque tampoco se le facilita serlo. Suelen huir de las responsabilidades, y la mayoría de los que dicen ser empresarios son meros gestores que ni emprenden ni arriesgan. Todo negocio, por mucho que se gestione muy bien, requiere algo más que optimizar costes e huir de los costes fijos. Un negocio requiere innovar, crear, invertir, emprender, arriesgarse, endeudarse, y no todo el mundo está capacitado para llevar esa carga.
6. Burocracia y obligaciones excesivas.
A medida que nos hacemos mayores los problemas crecen, las necesidades aumentan, las obligaciones ahogan y la burocracia empapela tu despacho. Todo ello genera costes, tiempo, trabajo, distracciones, y no saber sobrellevar esta tarea te impide crecer.
7. Falta de relaciones personales.
Por la política de low cost actual solemos acercarnos o alejarnos de nuestros proveedores o clientes sin valorar todo lo andado, prescindiendo los unos de los otros sin tener en cuenta el factor humano.
8. Luchas internas o de egos.
Lo conflictos societarios y la lucha de poder entre socios es un impedimento sin duda para el crecimiento. Conviene repartir tareas y basarse en la confianza para saber que cada uno hará su acometido con diligencia.
9. Poca motivación, desinterés o desanimo.
Normalmente esto suele producirse por una carga impositiva tan alta hasta el punto de que, en un momento dado, tienes poca motivación para trabajar, esforzarte, sacrificar tu vida privada, etcétera. También puede llegar por la incertidumbre o inestabilidad de un futuro cuand ves que el mercado está en manos de grandes corporaciones y cada día te resulta más complicado seguir abriendo tu negocio.
10. Miedo a internacionalizarse.
Existen grandes oportunidades fuera de España para ampliar el negocio y replicar con éxito modelos de negocio que funcionan. Sin embargo, la necesidad de invertir, el trabajo adicional, las inquietudes y el desconocimiento hacen que muchos empresarios prefieran quedarse en su zona de confort, y este no es otro sino el mercado nacional.
*Fuente de la información ‘El Economista’
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