Los ‘smart contract’ constituyen uno de los avances tecnológicos en la actualidad, aunque muy pocos podrían definir qué son y cómo sacarles partido.

El término ‘smart contract’ (que en inglés significa contrato inteligente) hace referencia a un programa informático que, apoyándose en la tecnología blockchain, permite ejecutar un acuerdo entre dos partes.

El ámbito de este acuerdo es infinito, abarcando todo tipo de bienes y servicios, tanto físicos como no físicos, con la consiguiente transferencia de dinero. Por tanto, sus aplicaciones para el mundo empresarial son innumerables, ampliando la capacidad de hacer operaciones entre empresas sin necesidad de conocerse, ni de que haya un mercado organizado.

*Ventajas de los ‘smart contract’.

Una de las principales ventajas es que son autoejecutables, es decir, no necesitan intermediarios, y eso puede reducir e incluso eliminar los costes de transacción. La orden de pago se puede ejecutar de forma automática, una vez recibida la mercancía, evitando tener que dar la orden al banco.

Otra de las cualidades de estos contratos es la seguridad ya que la tecnología blockchain permite que los ‘smart contract’ sean inviolables e imposibles de hackear.

*Desventajas de los ‘smart contract’.

En la actualidad los ‘smart contract’ se enfrentan a varias limitaciones tecnológicas y jurídicas. Por tanto, sólo una pequeña parte de los contratos se puede valer de esta tecnología. Según afirman los expertos es imprescindible que todos los activos relacionados con la transacción, así como las partes implicadas, que deben ser una realidad digital (es decir, la transmisión de un inmueble sólo sería posible si constase en un registro virtual, el pago se realizase con criptomonedas y las partes tuvieran una identidad digital).

*Alternativas a los ‘smart contract’.

Más allá de los ‘smart contract’, y sin llegar a recurrir a la tecnología blockchain, existen varias herramientas que permiten automatizar los contratos, vinculando ciertos campos a una base de datos. Estas herramientas ofrecen muchas ventajas a las pymes que tienen que gestionar un gran volumen de contratos, con proveedores o clientes diversos y, sobre todo, si estos están ubicados en múltiples sitios y a distancia. Además vincular un contrato a una base de datos permite sacarle un rendimiento extra gracias al big data. De la misma forma la automatización también facilita la gestión posterior del contrato.

Por último, pero no por ello menos importante, antes de implantar una solución de estas características los expertos recomiendan comparar la oferta actual, así como acudir a un experto en digitalización que nos ayude a seleccionar la herramienta más adecuada.

*Fuente de la información ‘Expansión’.

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