Durante este año 2018 se prevé que las condiciones del mercado sigan siendo inestables en gran parte de Europa, y los consumidores seguirán pasando apuros ya que su poder adquisitivo está descendiendo a medida que aumenta el coste de vida.

De la misma forma es bastante probable que muchas pymes sientan que la presión aumenta, con cambios normativos de gran alcance, como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) que entrará en vigencia en mayo. Para los líderes de las empresas estos desafíos representan una gran oportunidad para conseguir un negocio más inteligente. Ha llegado el momento de poner a disposición de los colaboradores las herramientas y habilidades necesarias para trabajar de una manera más ágil.

Un nuevo estudio sobre el lugar de trabajo digital conocido recientemente ha revelado que el 86% de los responsables de las pymes europeas ya se están centrando en mejorar la agilidad empresarial este año. En este sentido, los directores de pymes deben enfocarse en tres aspectos concretos:

  1. Facultar a los colaboradores para que tomen decisiones más rápidas. Por regla general los procesos internos son rígidos y obsoletos, y no se revisan con la periodicidad que deberían. Tan sólo el 36% de los líderes de las pymes fomenta un entorno en el que su empresa pueda reaccionar rápidamente ante los cambios. Lo que funciona bien en los comienzos de una pyme no necesariamente continúa de esa manera, siendo necesario adaptarse al crecimiento. Cuando esto se combina con una cultura estratificada se puede obstaculizar el surgimiento de ideas nuevas y potencialmente valiosas en la organización. Combatir esto, de forma regular y mediante procesos de pruebas de estrés y revisiones de la tecnología del lugar de trabajo, ayudará a garantizar que las mejores decisiones y elecciones se puedan identificar y aplicar rápidamente, sin importar de dónde provengan dentro del negocio.
  2. Convertirse en un negocio mejor conectado. Las pymes no deberían esperar mientras sus competidores más grandes y más equipados aprovechan al máximo los beneficios de la tecnología. Las tecnologías digitales son cada vez más comunes y rentables, lo que permite a las pequeñas y medianas empresas capitalizar los mismos beneficios de productividad. El intercambio de conocimiento rápido y efectivo es vital para el crecimiento del negocio. A medida que el mercado evoluciona, también lo harán las expectativas de los colaboradores sobre el tipo de tecnología que se les brinda para que hagan el mejor trabajo posible. Las soluciones de comunicación que admiten patrones de trabajo flexibles, remotos  y que al mismo tiempo aumentan la productividad (como por ejemplo pueden ser las videoconferencias) son ya indispensables.
  3. Profundizar más en los datos. Muchos directores de pymes toman decisiones basadas en la intuición y el instinto. Los expertos reconocen que sería mejor conocer los productos exactos por los que los clientes pagarían más, así como el momento preciso en que los suministros no podrán satisfacer la demanda. Sin embargo, en el día a día, lo que realmente cuenta es la forma en que las pymes utilizan la información, y conocer los datos a fondo permitirá encontrar tendencias que anteriormente estaban ocultas. De la misma forma esto puede ser muy valioso para ayudar a los colaboradores de las pymes a tomar decisiones más inteligentes y así aumentar su efectividad.

El truco, para los directores de pymes, es comenzar a invertir en las herramientas y la tecnología adecuadas para responder de manera apropiada y con rapidez. Ya no hay tiempo que perder, y si las empresas no introducen nuevas tecnologías pronto, quebrarán dentro de 5 años. La clave para prosperar es una mentalidad ágil y el uso de las capacidades que ofrecen los avances tecnológicos (y así poder seguir creciendo a pesar de los desafíos que nos esperan).

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