En los últimos años la Administración puso en marcha diferentes planes de estímulo a la compra de vehículos nuevos, quizás conscientes del esfuerzo que los compradores han de hacer para adquirir un coche. Hablamos aquí de los planes PIVE, MOVEA y MOVALT (estos dos últimos más enfocados a vehículos de corte ecológico).

Las ayudas económicas del famoso Plan PIVE alcanzaba los 1.500 euros, y en el caso de los planes MOVALT y MOVEA podían alcanzar hasta los 6.000 euros. Estas ayudas, gestionadas por los concesionarios y cuyos beneficiarios finales eran los compradores, han de ser tributadas obligatoriamente.

Por tanto las ayudas para la adquisición de vehículos nuevos gestionadas por la Administración han de tributarse en forma de ganancia patrimonial. De esta forma la Agencia Tributaria persigue recuperar una buena parte de las subvenciones entregadas.

Por último, pero no por ello menos importante, el Ministerio de Hacienda lleva tiempo enviando cartas a los beneficiarios del Plan PIVE desde el año 2013. El objetivo de las mismas es que la inmensa mayoría de los ciudadanos que utilizaron estas ayudas no las han tributado, siendo consciente la Administración de que la mayor parte de ellos lo hicieron por desconocimiento, y no tendrán ningún tipo de sanción.

*Fuente de la información ‘La Sexta’.

Share This