La financiación colectiva no sólo sirve para obtener fondos, sino que también pone a prueba el modelo de negocio, siendo una gran herramienta de marketing. Por todo ello es más que  importante analizar cómo funciona y qué ventajas ofrece cada modalidad.

Crear una empresa de éxito desde cero y sin arriesgar un solo euro no es una utopía, siendo el crowdfunding una excelente vía para financiar un negocio. Eso sí, para saber si se ajusta a las necesidades de tu empresa es importante entender cómo funciona y valorar las diferentes modalidades.

El crowdfunding es un mecanismo de financiación colectiva con el que una empresa recibe fondos para su proyecto por parte de multitud de inversores (en su mayoría particulares). Para ello el emprendedor debe ponerse en contacto con alguna de las múltiples plataformas online que existen en el mercado y presentar su plan de negocio. Si supera los filtros de viabilidad la plataforma hace pública su campaña, teniendo estas un plazo definido y un objetivo mínimo de captación (si este no se alcanza el dinero no se cobra). No obstante hay algunas plataformas que permiten al emprendedor recibir el dinero aunque no alcance el objetivo.

Pero, ¿qué reciben los inversores a cambio? Aquí juega un papel importante los diferentes tipos de crowdfunding. En el crowdfunding denominado de recompensa la empresa se compromete al envío de una contrapartida, que será más valiosa cuanto mayor sea el dinero aportado. Normalmente esa contrapartida consiste en un producto o servicio vinculado al propio proyecto empresarial. También es posible que el inversor no reciba nada a cambio, siendo este el crowdfunding de donación. Esta opción se suele reservar para causas altruistas y fines caritativos.

Una tercera vía es el crowdfunding de inversión. En este modelo los inversores financian una empresa y, a cambio, adquieren participaciones de la misma. Dentro de esta categoría existe una variante que se centra en proyectos con un componente social o medioambiental. Aquí los inversores valoran tanto la rentabilidad del proyecto empresarial como su impacto en la sociedad.

La cuarta opción es el crowdlending. Por esta vía la empresa recibe el dinero en calidad de préstamo y debe devolverlo a sus inversores en un plazo determinado, y con un tipo de interés acordado previamente.

*Ventajas del crowdfunding.

Los trámites suelen ser ágiles y, a diferencia de un préstamo bancario, no requiere de la contratación de productos adicionales. También es una oportunidad ideal para testar el modelo de negocio y comprobar si el producto tiene aceptación en el mercado. A su vez supone una poderosa herramienta de marketing ya que si la campaña se cierra con éxito la empresa contará no sólo con múltiples inversores, sino con numerosos embajadores de la marca.

La rapidez, la sencillez del proceso y la cobertura de una mayor variedad de necesidades financieras son otras de las muchas ventajas que los expertos coinciden en resaltar al hablar del crowdfunding.

*Inconvenientes del crowdfunding.

Obtener financiación a través de esta vía no es tan sencillo como puede parecer. La mayoría de los proyectos no supera el filtro de selección que aplican las plataformas, y el porcentaje de empresas que consiguen sortear este primer obstáculo suele oscilar entre el 10% y el 30%. No obstante, una vez se publican las campañas, la tasa de éxito suele superar el 70%.

*Qué modalidad de crowdfunding elegir.

Antes de optar por una modalidad u otra es importante analizar en qué punto se encuentra el proyecto empresarial. El crowdfunding de recompensa, por ejemplo, es idóneo para las empresas que ya tienen un producto o servicio listo para la venta (resultando también útil para compañías consolidadas que quieran lanzar un nuevo producto e involucrar a sus clientes en su diseño).

En el crowdfunding de inversión los fundadores de la empresa tienen que estar dispuestos a aceptar la entrada de nuevos socios. La buena noticia es que, al ser en su mayoría inversores particulares, no es probable que interfieran en la gestión. Por su parte, el crowdlending no implica dilución del capital, aunque eleva considerablemente la deuda de la compañía.

Los expertos en la materia recomiendan aplicar un modelo en función de la fase en que se encuentra el proyecto. En una fase temprana es ideal un crowdfunding de recompensa, y una vez validado el modelo de negocio se podría plantear un crowdfunding de inversión para la fase de crecimiento. En última instancia un crowdfunding de préstamo (para la fase de expansión).

Una vez elegida la modalidad también es importante seleccionar la plataforma más adecuada para llevarlo a cabo. Se recomienda analizar factores como los idiomas en los que se va a publicar la campaña y la posibilidad de integrar herramientas como Google Analytics.

*Fuente de la información ‘Expansión’.

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