El dropshipping es un tipo de tienda online consistente en poner a la venta en una plataforma por Internet la mercancía de un tercero, proveedor o dropshipper. Tú estarás actuando como un minorista frente al consumidor final, llevándote una comisión por la transacción.

Se trata de una opción de negocio barata ya que no se necesita una gran inversión para comenzar a desarrollar la actividad. Nunca llegas a tener los artículos físicamente, por lo que no necesitas estar en posesión de stock, ni inventario. Te limitas a recibir el pedido (también a gestionar la relación con el cliente) y a pasar los datos de la compra, junto con los del envío, al proveedor.

Por tanto, tu beneficio se establece encontrando la diferencia entre el precio del producto establecido por el mayorista y el precio marcado por ti como minorista. La clave principal del dropshipping está en conseguir buenos y fiables proveedores y lograr posicionar tu tienda en el entramado de Internet, de forma que sea fácil encontrarte y comprarte a ti el producto antes que a cualquier otro vendedor.

*Fiscalidad del Dropshipping.

Para poder desarrollar un negocio de dropshipping tienes que darte de alta como autónomo en Hacienda. Aunque solo trabajaras con países extracomunitarios, y ello te eximiera de la obligación de darte de alta en IVA, siempre estarás obligado a tributar las rentas obtenidas en el IRPF de manera anual.

Sobre en que epígrafe del Impuesto de Actividad Económicas (IAE) debes darte de alta esto dependerá, en gran medida, de la tipología de los productos. Uno de los más ajustados es el 665 de la Sección 1ª ‘Comercio al pormenor por correo o por catálogo de productos diversos’.

Respecto al IRPF ten en cuenta que esta actividad es incompatible con la tributación por Estimación objetiva (o módulos), por los que estarás obligado a la tributación por Estimación Directa, normal o simplificada.

Por su parte para entender el correcto funcionamiento del IVA en el dropshipping debes valorar las tres etapas en las que se desarrolla:

  • Compra al proveedor. Si el proveedor no está situado en España las operaciones de compra no se entenderán realizadas en nuestro país, por lo que no llevarán IVA (es muy habitual que este tipo de negocio sea cerrado con mayoristas de países asiáticos, China por ejemplo).
  • Venta al cliente o consumidor final. Si el transporte de la mercancía tampoco empieza en nuestro país, y proviene por ejemplo de China, la venta tampoco llevará IVA, porque no se entiende realizada en España y, por tanto, la operación estará sujeta a la legislación del país en el que se inicie el transporte del artículo. Si es un país extracomunitario no llevará ninguna clase de IVA (aunque el autónomo que lo venda sí esté en España localizado). En estos casos hay que tener mucho cuidado con la legislación propia del país de origen de la mercancía, porque puede exigirte darte de alta ante los organismos públicos del mismo. Igualmente debes tener en cuenta que en la medida en que esta operación no se entienda localizada en España no podrá estar sujeta el Régimen del Recargo de Equivalencia.
  • Importación/Adquisición Intracomunitaria de mercancía por parte del cliente final. Hablamos ahora de las implicaciones a efectos del IVA por parte del destinatario final de la mercancía. En el caso de la importación será el responsable del pago de los impuestos que correspondan según la legislación fiscal de cada país. Por tanto, ten en cuenta quién es el que aparece como destinatario. En caso de ser tú estarás obligado a soportar esos costes, y si es el consumidor final, este será quien haga frente a los mismos. Por ejemplo, si se recibe la mercancía en España será el consumidor final el que tendrá que hacer frente al IVA, salvo que el coste del producto sea inferior a 22 euros (ya que existe una exención en las importaciones hasta este precio). Una última opción sería que el destinatario fuera comunitario, por ejemplo residente en España, y también el origen de la mercancía fuera comunitario. En este caso habrá que saber si el destinatario final es un particular o una empresa, para determinar si hay que facturar con el IVA aplicable en el país de origen del producto o hay que aplicar la regla de la Inversión del Sujeto Pasivo.

*¿Puedo deducirme las cuotas de IVA soportado?.

En el desarrollo de tu actividad de dropshipping es posible que tengas que hacer frente a determinados gastos e inversiones que impliquen soportar cuotas de IVA. La pregunta es, ¿puedo deducírmelas? En la mayoría de los casos sí, pero siempre y cuando se trate de ventas que si se hubieran realizado en España hubieran originado el derecho a la deducción.

Una vez conocidos estos datos es posible que te estés cuestionando la posibilidad de montar un negocio basado en el dropshipping. Lo primero que debes estudiar es la rentabilidad del producto que vas a ofrecer en tu tienda online. Realiza un estudio de mercado para saber qué demanda tiene la mercancía que quieres ofrecer y qué grado de saturación (oferta) hay ya de la misma.

Además intenta analizar meticulosamente los márgenes de beneficio que puedes obtener de cada venta. No tengas en cuenta solamente el número inicial, sino el que obtendrás después de restar los gastos de envío y los más que probables costos aduaneros.

Por último, pero no por ello menos importante, piensa que necesitarás mantener tu plataforma online bien posicionada dentro de la búsqueda orgánica de Internet, siendo esta la única forma de garantizarte que tu tienda online va a estar localizable dentro de la vorágine de la Red.

*Fuente de la información ‘Infoautónomos’.

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