Una de las prioridades del nuevo gobierno es, según hemos podido saber, la lucha contra el fraude laboral para evitar que las empresas recurran a falsos autónomos o a contratos parciales que, en el fondo, ocultan jornadas completas.
Según datos que manejan los expertos en la materia, en España se están haciendo nueve millones de horas ilegales a la semana, lo que perjudica no sólo a los trabajadores que se ven afectados por estas prácticas irregulares, sino también al sistema. La Seguridad Social deja de ingresar 2.000 millones al año en cotizaciones, algo realmente preocupante sobre todo si tenemos en cuenta que esta presenta un déficit de 18.000 millones.
Es más que necesario buscar nuevas vías de ingresos, así como racionalizar y reordenar los gastos. Otra idea es que las empresas se vean obligadas a contabilizar las horas que hacen sus empleados en sus puestos de trabajo, así como mantener durante 4 años ese registro de tal manera que esté disponible para la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. Así el trabajador cobrará y cotizará por las horas que realiza, y se impedirán prácticas fraudulentas en los contratos a tiempo parcial (o que se hagan horas extraordinarias y no se cobren en tiempo o en dinero).
A este respecto hay que señalar que la ley prohíbe que los trabajadores con jornadas a tiempo parcial hagan horas extraordinarias, salvo por fuerza de causa mayor. En su lugar pueden hacer horas complementarias, que son las que se realizan fuera de las horas estipuladas en el contrato, pero que nunca pueden suponer que el trabajador llegue a trabajar una jornada completa. Además deberán regularse por escrito y dependerán de lo establecido en el convenio colectivo.
Pero esto no es más que la teoría, ya que en la práctica lo que sucede es que algunas empresas contratan trabajadores por una jornada inferior a la que van a hacer y prometen pagarles después las horas extra, algo que básicamente es ilegal.
*Fuente de la información ‘El Mundo’.
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