Pese a la importancia de desconectar del trabajo durante las vacaciones, más de la mitad de los españoles reconoce que responde correos electrónicos y llamadas de trabajo durante su periodo de descanso (tanto en verano como en los fines de semana).
Por nivel laboral, a más responsabilidad en el trabajo, más crece este porcentaje. En concreto, los trabajadores con cargo de empleado están conectados a su trabajo fuera del horario laboral en un 45% de los casos, mientras que los mandos intermedios lo están en un 68%. En el caso de los cargos directivos el 84% afirma atender su correo y su teléfono fuera de la jornada laboral.
De los encuestados que afirman responder emails y atender llamadas en vacaciones o fines de semana, el 36% declara que lo hace porque se siente en la obligación de responder. El segundo motivo es que el puesto de trabajo lo requiere (34%), mientras que un 14% declara que siente la necesidad de estar al día de todo lo que ocurre en el trabajo.
Como bien sabemos recientemente ha entrado en vigor la nueva Ley de Protección de Datos, la cual incluye un apartado destinado a regular, por primera vez en España, la llamada ‘Desconexión Digital’ o ‘Desconexión Laboral’. El texto protege el derecho de los empleados a no tener que responder comunicaciones electrónicas fuera de su jornada legal de trabajo, garantizando el respeto a su tiempo de descanso y vacaciones, así como la intimidad personal y familiar (un derecho que, en otros países como Francia, ya entró en vigor meses atrás).
Hoy en día, solo el 28% de las empresas encuestadas en España afirma disponer de alguna política de desconexión. Por tamaño de empresa hay diferencias significativas, siendo las pequeñas las que en mayor medida (3 de cada 10) disponen de políticas de desconexión (en las grandes la proporción es solo de 1 de cada 10).
Si se pregunta a la población activa española sobre las políticas de desconexión digital por parte de las empresas, la gran mayoría (76%) se muestra a favor. El 46% de ellos considera que estas medidas le permitirían conciliar mejor su vida personal y profesional, a la vez que un 30% declara que esta política les permitiría desconectar mejor del trabajo, reduciéndose a su vez su nivel de estrés.
*Fuente de la información ‘El Economista’.
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