Una de las principales conclusiones del último estudio sobre el perfil sociodemográfico, siniestralidad laboral y condiciones de trabajo de los trabajadores autónomos elaborado por el Instituto Nacional de Seguridad, Salud y Bienestar para el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, no existen evidencias que pongan de manifiesto que las condiciones de trabajo para una misma actividad laboral sean diferentes entre autónomos y trabajadores contratados.
No obstante, según la gravedad, el índice de incidencia de accidentes de trabajo graves es un 1,8% superior al índice de incidencia del total de trabajadores. Además se desprende que los autónomos tienen menos accidentes leves, pero más accidentes graves (un índice de 46,3% en los autónomos respecto a un 26% del total de trabajadores), así como más accidentes mortales (un 4,2% frente a un 3,5%).
Según las cifras de afiliación en el RETA presentadas en dicho informe, en España 597.784 autónomos tienen cubiertas las contingencias por accidente de trabajo (AT) y enfermedad profesional (EP), lo que representa apenas un 18,8% del total.
Sin embargo desde la Unión de Autónomos UATAE se afirma que los datos de este informe invisibilizan el 81,2% de la siniestralidad de los autónomos de nuestro país. Para ellos estos datos solamente tienen en cuenta al 19% de autónomos que pagan las contingencias por AT y EP; es decir, el 81% de los afiliados al RETA no entran en estas estadísticas y por tanto, no cuentan.
Además entre los años 2009 y 2016 se ha incrementado en un 12,2% el número de autónomos que cotizaron por las contingencias de AT y EP. Sin embargo, el aumento no es constante, sino que el crecimiento fue desde el 2009 hasta el 2012, disminuyendo en los últimos 4 años.
Los expertos destacan la importancia de que los trabajadores autónomos tengan los mismos derechos que el resto de trabajadores, y para ello hay que mejorar las pensiones, la baja laboral y el cese de actividad.
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