La morosidad sigue siendo una de las principales preocupaciones del autónomo, y no es para menos. Los datos que arrojan los informes sobre morosidad así lo demuestran, siendo poco más de tres meses el tiempo medio que 1.200.000 autónomos y pymes deben esperar para cobrar de la Administración o de otros profesionales autónomos. Todo ello afecta, directamente, a la liquidez del negocio y a tus recursos para cumplir con tus obligaciones fiscales y administrativas.

Tus clientes no te pagan y tú no puede pagar a tus proveedores. Esta es la pescadilla que se muerde la cola, siendo bastante complicado salir de esta espiral. Según estiman los expertos en la materia, en la última década más de 500.000 autónomos han perdido sus negocios a consecuencia de los impagos.

A continuación te damos algunos consejos para acertar en tus relaciones comerciales y que los acuerdos con clientes morosos sean los menos posibles.

1. Documéntate antes de firmar acuerdos o hacer nuevos clientes.

Son varias las fuentes públicas y privadas donde puedes consultar el historial de tu futuro nuevo cliente, entre ellos el Registro Mercantil y el de la Propiedad, a los que puedes remitirte para comprobar sus cuentas anuales o los bienes e inmuebles de los que dispone.

Además, también puedes cerciorarte del estado financiero de tu cliente consultando los ficheros o registros de morosos que algunas empresas ponen a disposición con información referente a las cuantías de los impagos de autónomos y empresas. Si tu futuro cliente figura en algunas de estas listas negras te recomendamos que desestimes el acuerdo.

2. Marca tus propias condiciones de pago.

Si quieres evitar a los clientes morosos establece tus normas, es decir, el plazo de pago, el método de facturación o el sistema de penalizaciones en retrasos e impagos. Acuérdate de recoger estas condiciones por escrito, a través de contratos y presupuestos, y presentárselo a tu posible cliente para que lo firme. Solo así te cerciorarás de que los términos del acuerdo quedan lo suficientemente claros, siendo los más ventajosos para ti:

  • La fórmula del cobro anticipado, muy extendida en el sector online. Esta es la mejor garantía para recibir el pago del servicio o producto que estamos vendiendo.
  • Los pagos parciales o por plazos con afianzamiento, o planes de pagos mensuales.
  • Si lo que quieres es tomar la iniciativa para cobrar el servicio o el producto es mejor que optes por la domiciliación bancaria mediante el sistema SEPA, máxime si se trata de un servicio recurrente. Eso sí, si la cuenta está a cero no hay mecanismo que te posibilite el cobro.
  • Con la transferencia bancaria tendrás mayor seguridad de cobro siempre que el cliente tenga la intención de pagar.

3. Envío de facturas a tiempo.

No todo depende del otro, y tu actitud proactiva es fundamental. Emite tus facturas con el suficiente tiempo de antelación para no dar lugar al vencimiento del cobro. Recuerda que, según Hacienda, si el destinatario es empresario o profesional la factura deberás emitirla antes del día 16 del mes posterior en que se haya producido la operación (el plazo de envío es un mes a partir de la fecha de expedición).

4. Histórico de clientes para eludir clientes morosos.

Tienes que llevar un buen control de las compras y los pagos de tus clientes a través de una base de datos, siendo esto un buen mecanismo para determinar si la relación es provechosa o, lo más conveniente, es desestimarla.

5. Recordatorio de pagos.

En ocasiones no basta con indicar, en el contrato o presupuesto, los plazos de pago. Un impago puede también ser fruto de un despiste o malentendido. Por eso haz lo que esté en tu mano para facilitar esa tarea o proceso, enviando por ejemplo recordatorios una semana antes de la ejecución del cobro, con toda la información y datos que necesitan para proceder al mismo. En este punto es también aconsejable incluir la fecha exacta de cobro acordada.

*Fuente de la información ‘Infoautónomos’.

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