Septiembre es muy buena época para emprender, estando demostrado que cuando se regresa a la rutina tras las vacaciones la capacidad de concentración es mucho mayor (como también son mayores las ganas de hacer y descubrir). También se vuelve a normalizar la relación entre cliente y proveedor, y nuestros bolsillos están acostumbrados a tener más gastos este mes, por lo que somos más laxos a la hora de comprar todo tipo de bienes.

A continuación, en Gómez & Moreno Asesores, te damos algunos consejos básicos para emprender en septiembre.

*Pregúntate si sirves para convertirte en trabajador por cuenta propia.

Uno de los mayores problemas con los que tiene que enfrentarse el emprendedor es no tener la piel de emprendedor, es decir, no todo el mundo sirve para ser autónomo.

Lo primero que tienes que saber es que no vas a contar con un sueldo fijo al que atenerte. Así que si eres de los que le gusta tenerlo todo atado y dejar poco a la improvisación este no es tu sitio. Y no porque los trabajadores autónomos no sean personas organizadas, sino porque tienen que enfrentarse a diario a multitud de vicisitudes de las que tienen que salir airosos puesto que la supervivencia de su negocio depende de ello.

Además debes ser una persona creativa y con capacidad multitarea, ya que lo mismo tienes que hacer de comercial y vender tu producto, que tienes que llevar la gestión contable del negocio, así como hablar con proveedores y ser capaz de evitar las deudas.

Igualmente debes ser una persona crítica y analista, teniendo la capacidad de echar un vistazo a tu negocio de vez en cuando y ver qué está yendo bien y qué mal (para ponerle remedio o invertir más en lo que esté siendo más rentable).

Cuando tu negocio depende de ti y sólo de ti saber hacer autocrítica es fundamental, así como ser capaz de analizar de qué salud goza tu negocio y el mercado en el que te mueves.

Si reúnes todos estos requisitos estás de enhorabuena porque vas a ser un buen autónomo.

*Piensa qué sabes hacer.

Los conocimientos propios sobre determinada materia son muy útiles a la hora de empezar con un negocio. Si conoces el producto y el mercado en el que se mueve llevas mucho avanzado. Por tanto deberías elegir, siempre, algo que no sea ajeno a ti y con el que te sea fácil diferenciarte de tus competidores.

Aunque parezca lógica no todo el mundo lo tiene tan claro, y de esta sencilla clave dependerá el éxito (o fracaso) del negocio.

*Haz un estudio de viabilidad.

No le tengas miedo a hacer un estudio de viabilidad, aunque te lleve tiempo. Si ya sabes cuál va a ser el producto que vas a comercializar el siguiente paso es analizar si tu idea es viable o no (es decir, si te va a reportar beneficios económicos o no).

Hay muchas maneras de hacer este estudio de viabilidad, pero lo básico que debes analizar es lo siguiente:

  • Las oportunidades del negocio dentro del mercado. Mira qué competidores tendrías, cuál es el precio que han puesto al mismo bien o servicio que tú quieres vender, presupuestos de proveedores, oportunidades detectadas, etcétera. En definitiva el espacio exacto del mercado en el que implementarás tu bien o servicio.
  • Descubre en qué te diferencias para encontrar el cliente exacto al que quieres dirigirte (dentro del nicho de mercado). Ahorrarás tiempo y dinero si afinas lo máximo posible.
  • Valora todos los requisitos legales, piensa si necesitas un local o no, si tu producto soporta tasas o impuestos especiales, qué requerimientos legales son exigidos antes de abrir las puertas de tu negocio, etcétera. Debes hacer bien las cosas desde el principio si no quieres enfrentarte a multas y sanciones. Para ello lo mejor es que confíes en profesionales que hagan por ti todo el papeleo.
  • No debes ponerte a trabajar a lo loco sin una estrategia previa. Lo ideal es establecer un plan de gastos (stock, proveedores, materia prima, alquiler) y otro de ventas (provisión de ventas al mes, estacionalidad en momentos como verano cuando descienden o navidad cuando aumentan, lanzamientos, ofertas, etcétera). Con todo puedes marcarte un plan de marketing que haga posicionar tu marca y tu producto por encima del resto de los competidores del mercado.

*Valora la financiación con la que cuentas.

El último consejo es que, antes de lanzarte a emprender, pienses con qué financiación cuentas. No tienes porque tener un capital abrumador en el banco para ser autónomo, pero sí debes analizar, concienzudamente, qué dinero vas a necesitar para empezar y de dónde lo sacarás.

Al principio, por norma general, los gastos suelen ser mayores que los beneficios, así que piensa si puedes externalizar determinadas partes del proceso de tu producción para abaratar el producto.

Si recurres a una entidad financiera para solicitar un préstamo no olvides que tendrás que devolver los intereses del mismo, así que inclúyelos en tu plan de gastos. Si lo prefieres, como alternativa a la banca tradicional, hay plataformas de financiación en las que una multitud de inversores anónimos apuestan por los proyectos en los que creen. A esto se reconoce como crowdlending, algo que suele ser más barato y accesible y de lo que ya os hemos hablado en Gómez & Moreno Asesores.

Si sigues estos consejos estarás más cerca del éxito.

*Fuente de la información ‘Infoautónomos’.

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