El precio de la luz es una de las principales preocupaciones de los españoles, multiplicándose esta por dos en el caso de los trabajadores por cuenta propia. Los expertos coinciden en que el encarecimiento del coste de la luz está asfixiando a las familias, empresas y autónomos, y si se quiere bajar el IVA de los productos de primera necesidad se debe empezar por el IVA de la factura de la luz.
Además, con una inflación alta, los autónomos pierden poder adquisitivo, encareciéndose sus costes de producción de una manera muy significativa (y no siempre se pueden repercutir estos incrementos en el precio final del producto o servicio).
Según los datos más recientes, el Índice de Precios de Consumo (IPC) subió un 0,2% en agosto en relación al mes anterior, acumulando así los precios 24 meses seguidos al alza. Por su parte, y según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de variación anual se mantiene en el 2,2%.
La Confederación Española de Autónomos (CEAT) insiste en la urgente necesidad de abordar reformas pendientes e impulsar políticas que reactiven la actividad económica, al tiempo que entiende que hay que evitar generar mayores incertidumbres” que afecten las decisiones de consumo e inversión (tales como, por ejemplo, incrementos de fiscalidad o nuevas figuras tributarias).
Por último, pero no por ello menos importante, desde la CEAT añaden que los datos se siguen viendo muy afectados por el encarecimiento de la electricidad, y de mantenerse en los próximos meses afectará, seriamente, a la actividad de los empresarios autónomos. Este encarecimiento de la energía supone, por ejemplo, un aumento en los costes que los empresarios autónomos tienen que asumir y que en muchas ocasiones no pueden repercutir en los productos o servicios que prestan para no ver mermada su competitividad y desarrollo de su actividad.
*Fuente de la información ‘Cinco Días’.
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