Al redactar y escribir un contrato debemos asegurarnos de que éste cumpla con todos los requisitos legales, y no dejar ningún cabo suelto. Un contrato mal redactado puede acarrearte problemas y preocupaciones en el futuro.

Lo normal es que se nos presente un contrato ya redactado, el cual simplemente debemos leer y firmar, y no nos detenemos a pensar si está bien o mal estructurado. Existen también los llamados contratos verbales, pero algunos necesariamente deben constar por escrito para que ese acuerdo de voluntades tenga un carácter más formal y con carácter legal.

Todo contrato tiene una estructura, llevando algunos elementos que no podemos obviar y que deben aparecer sí o sí (ya que sin ellos el acuerdo perdería valor).

1. El objeto es la prestación que las partes acuerdan en rendirse bajo el marco del acuerdo, como puede ser vender o comprar un bien mueble o inmueble.

2. El consentimiento, que fundamentalmente involucra la voluntad de las partes contratantes, conscientes en todo momento de las obligaciones que contraen recíprocamente. Quedará anulado el consentimiento producido por equivocación, intimidación, violencia o fraude.

3. La capacidad, siendo este un requisito que se debe cumplir para ser sujetos idóneos de contratar. Esta se subdivide en capacidad de goce, que es la capacidad jurídica para ser titular de derechos subjetivos, y la capacidad de ejercicio (o capacidad de obrar), que es la cualidad jurídica para ejercer derechos y asumir obligaciones sin representación de terceros.

También es fundamental tener en cuenta el estilo que vamos a emplear para redactar un contrato, ya que en caso de posibles conflictos puede tener problemas quien lo redactó. Para evitar que esto pase ten en cuenta la siguientes recomendaciones:

  • Redactar lo más entendible posible el contrato, ya que la interpretación en contra del que escribió el contrato sólo es aplicable en caso de dudas. De no ser así, no tendrás este problema.
  • Trata de evitar el uso de papel membretado de una de las partes. De lo contrario se pondrá en evidencia que no ha sido una de ellas quien escribió este documento.
  • Colocar cláusula de negociación, para que así se establezca que el contrato fue discutido y aprobado por las partes involucradas.
  • Establecer cláusulas equitativas para ambos lados. En caso contrario podrás tener problemas en un juzgado para hacerlas valer en un futuro.
  • Archivar los antecedentes de la negociación. Tanto las cartas como los correos electrónicos deben imprimirse y guardarse como evidencias de haber negociado el contrato.

*Fuente de la información ‘Zona Autónomos’.

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