La cultura del presentismo en el trabajo cada vez tiene menos peso, debido principalmente a la llegada de la tecnología y las herramientas de trabajo colaborativo. Así existe un auge en la contratación remota y en el incremento de la demanda freelance en el mercado laboral. La presencia de profesionales independientes ha aumentado un 99% en Europa desde 2000 a 2015, constituyendo en la actualidad un tercio de la fuerza laboral del viejo continente.
Aunque posee muchas ventajas (como la mayor flexibilidad, control sobre los proyectos o movilidad geográfica) uno de los principales inconvenientes de ser freelance es la gestión del tiempo y de la productividad, sobre todo en el caso de aquellos que no optan por desempeñar su actividad en una oficina compartida o espacio de coworking y trabajan desde casa.
Muchos de estos trabajadores independientes se enfrentan a jornadas de 24 horas los 7 días de la semana, así como escasa separación de la vida personal y laboral, deterioro del sueño, mala higiene postural, abuso del uso de tecnología, vida sedentaria o aislamiento social.
A continuación, en Gómez & Moreno Asesores, vamos a ver cuáles son las técnicas que recomiendan llevar a cabo los expertos para ser más productivo si trabajas desde casa:
– Fíjate un horario y compártelo con todos sus conocidos ya que las interrupciones son verdaderas asesinas de la productividad. Si compartes tu agenda nadie te debe interrumpir salvo emergencias.
– Invierte en mobiliario y equipo tecnológico. No escatimes en una silla adecuada, una buena mesa, periféricos de calidad y un PC con las prestaciones precisas. Todas estas compras tienes que verlas como una inversión a largo plazo, y no como un gasto.
– Estructura tu día de trabajo en partes. Lo normal sería centrarnos en cualquier tarea de 90 a 120 minutos. Después de eso necesitaríamos un descanso de, al menos, 15 o 20 minutos para recargar energía y no perder rendimiento. Divide por tanto tu jornada laboral en cuatro o cinco huecos de 90 minutos, para así realizar de un modo más eficiente las tareas.
– Programa descansos. Son tan importantes en tu agenda como las llamadas, reuniones pendientes o proyectos por realizar. Es importante desayunar, comer y cenar despacio, desconectando de la tecnología y permitiendo a tu cuerpo reposar.
– Apaga las notificaciones. Desactiva las alertas de redes sociales o aplicaciones de mensajería para que pueda aumentar tu capacidad de concentración (existen aplicaciones que pueden ayudarte en este cometido).
– Para que las cosas no se salgan de madre y que no impere el caos es importante buscar tus picos de productividad y establecer una rutina.
– Pon todo en orden una vez por semana. Tanto tu mesa de trabajo como tu bandeja de correo electrónico merecen una limpieza absoluta de forma semanal.
– Pauta tu jornada la noche anterior. Haz una lista de todo lo que has logrado, marca objetivos para el día siguiente, toma notas de llamadas o mensajes pendientes, y recuerda si tienes alguna cita personal o actividad de ocio la noche anterior.
– Estructura tu mañana, sobre todo si eres una persona madrugadora. Dividir tu mañana es clave para un buen rendimiento, y no olvides un desayuno potente y completo, realizar deporte, vestirte, asearte y revisar tu agenda.
– Percibe tu oficina en casa como una ventaja competitiva. Siéntete contento de que te resulte fácil realizar el trabajo en la jornada habitual, y aprovecha la comodidad y la eficiencia de una oficina doméstica para ser más receptivo y flexible que tu competencia.
*Fuente de la información ‘Ticbeat’.
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