Recientemente comenzó a funcionar la Unidad Central de Coordinación del Control de Patrimonios Relevantes, cuyo principal objetivo no es otro sino coordinar las actuaciones de control sobre grandes patrimonios. Sin embargo las competencias plenas de esta oficina están pendientes de aprobación en el BOE.
Eso sí, cuenta con una poderosa herramienta informática de ‘big data’ que no pone límites a los contribuyentes que podrán ser objeto de comprobación. Así serán investigados por el nivel de riesgo fiscal que se les determine, y sólo subsidiariamente por el importe del patrimonio calculado. Además dedicarán especial atención a aquellos patrimonios a partir de 10 millones de euros. Cuando no se disponía de esta herramienta ‘big data’ Hacienda trabajaba sólo con topes de patrimonio.
Igualmente los umbrales sobre los que hablamos podrán variar dependiendo de si se trata de grandes ciudades o de zonas más pequeñas, por lo que se acabará focalizando en las personas físicas con activos o flujos de renta (no en asalariados). De la misma forma se tendrá en cuenta el gran flujo de información que llega del exterior, a la vez que se analizará el ámbito familiar y su entorno societario.
Esta nueva unidad de la que estamos hablando se encuentra dentro de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF), es decir, dentro del Departamento de Inspección. En el año 2017 se iniciaron las primeras inspecciones vinculadas a esta herramienta, liquidándose deuda por un importe aproximado de 332 millones de euros.
Además las nuevas tecnologías y los nuevos sistemas de obtención de información exigían rediseñar estrategias, como por ejemplo la inclusión de una herramienta informática de análisis de participaciones societarias que muestra todo los caminos que existen entre dos contribuyentes. Así estos datos se combinan con los de la relaciones familiares para conseguir tener una visión sobre el patrimonio de la unidad familiar (enriqueciéndose la información sobre relaciones familiares que ya existía en la AEAT).
Por último los inspectores a quienes compete pueden conocer la totalidad de empresas que participan, la diferencia entre el valor declarado en el Impuesto sobre el Patrimonio para participaciones societarias y el calculado mediante la herramienta informática, o qué contribuyentes tienen menos de X euros de base imponible en su declaración de IRPF y, sin embargo, su patrimonio societario es de decenas de millones.
*Fuente de la información ‘Expansión’.
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