Una encuesta realizada por la escuela de negocios francesa INSEAD ha analizado cuáles son las categorías que fomentan el emprendimiento y la innovación. Reseñan que es primordial la capacidad de una ciudad para permitir atraer, desarrollar y retener el espíritu empresarial, así como el entorno educativo y la calidad de vida. 

Atendiendo a todo ello, Madrid, Bilbao, Barcelona y Zaragoza figuran en la lista de las 100 ciudades más competitivas a la hora de atraer y retener emprendedores. El ranking sitúa a estas cuatro ciudades españolas como unas de las mejores para el desarrollo del emprendimiento. Madrid es la ciudad española mejor valorada, ocupando el puesto 23 del ranking mundial. Le sigue Bilbao (puesto 44), Barcelona (49) y Zaragoza (54).

España tiene, por tanto, una buena valoración a la hora de desarrollar y poseer el talento, consiguiendo buenas puntuaciones en saneamiento y matriculaciones en educación posterior.

Sin embargo, y a pesar de esa buena valoración, los expertos en la materia advierten de la necesidad de enfocar los esfuerzos en que el emprendimiento femenino tome más fuerza. El estudio al que estamos haciendo referencia señala la falta de oportunidades que ofrece España para que las mujeres alcancen puestos de dirección (ocupando el puesto 112 de 125 países). Del mismo modo, destaca negativamente en:

  • La colaboración entre organismos.
  • La facilidad para contratar.
  • La relación del salario con la productividad.

A nivel de país España también ha sufrido un deterioro en la tolerancia respecto a los inmigrantes en relación a la edición del año anterior (pasando del puesto número 5 al 11), así como en la categoría de comportamiento medioambiental (ha descendido de la posición 6 a la 11). Ambos aspectos influyen negativamente a la hora de atraer nuevos emprendedores.

Igualmente los continuos avances en tecnología digital están redefiniendo nuestro mundo. Pero la transformación digital hay que entenderla correctamente, de forma que no se fomenten equívocos que oscurezcan y consigamos los máximos beneficios. 

Por último los expertos en la materia coinciden en que durante las últimas décadas el talento empresarial se ha visto como un factor crítico para el desarrollo de ecosistemas de innovación funcionales formado por pequeñas y medianas empresas.

*Fuente de la información ‘Autónomos y emprendedor’.

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