Todo trabajador por cuenta propia podrá deducirse determinados gastos en su declaración de la Renta, siendo estos aquellas inversiones realizadas en compras de bienes o servicios, necesarios todos ellos para poder desarrollar tu actividad profesional. 

A continuación vamos a ver cuáles son los gastos deducibles sin necesidad de tener que presentar factura:

  1. Consumos de explotación
  2. Sueldos y salarios
  3. Otros gastos relacionados con el personal
  4. Cotizaciones a la Seguridad Social
  5. Arrendamientos y cánones 
  6. Reparaciones y conservación
  7. Servicios de profesionales independientes
  8. Otros servicios exteriores 
  9. Tributos fiscales deducibles
  10. Gastos financieros
  11. Amortización
  12. Provisiones
  13. Incentivos al mecenazgo
  14. Pérdidas por deterioro del valor de los elementos patrimoniales derivadas de las insolvencias de los deudores
  15. Seguros de enfermedad
  16. Suministros domésticos
  17. Gastos por dietas de manutención
  18. Teléfono móvil
  19. Gastos de vestuario
  20. Gasolina y otros gastos de tu vehículo
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