Todo trabajador por cuenta propia podrá deducirse determinados gastos en su declaración de la Renta, siendo estos aquellas inversiones realizadas en compras de bienes o servicios, necesarios todos ellos para poder desarrollar tu actividad profesional.
A continuación vamos a ver cuáles son los gastos deducibles sin necesidad de tener que presentar factura:
- Consumos de explotación
- Sueldos y salarios
- Otros gastos relacionados con el personal
- Cotizaciones a la Seguridad Social
- Arrendamientos y cánones
- Reparaciones y conservación
- Servicios de profesionales independientes
- Otros servicios exteriores
- Tributos fiscales deducibles
- Gastos financieros
- Amortización
- Provisiones
- Incentivos al mecenazgo
- Pérdidas por deterioro del valor de los elementos patrimoniales derivadas de las insolvencias de los deudores
- Seguros de enfermedad
- Suministros domésticos
- Gastos por dietas de manutención
- Teléfono móvil
- Gastos de vestuario
- Gasolina y otros gastos de tu vehículo
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