Muchos empresarios pagan a sus trabajadores en lo conocido como salario en especie. Este es un tipo de retribución que consiste en una prestación distinta al dinero.
Sin embargo no siempre se puede pagar en especie, y para que un autónomo pueda hacerlo debe cumplir una serie de requisitos:
- En primer lugar saber que esa retribución debe tener un carácter patrimonial, es decir, que se pueda convertir en dinero.
- La cantidad debe ser lo suficientemente alta como para que compense al salario tradicional.
- Será un bien o servicio que se entregará en función del trabajo prestado.
Según la Agencia Tributaria “el abono del salario en especie puede generar abusos abusos y perjuicios para el trabajador. Por ello, se entiende que sólo existe salario en especie cuando viene fijado por las normas legales o convencionales aplicables o haya sido objeto de pacto expreso o tácito”.
Además el salario en especie se valorará de acuerdo con la normativa reguladora del IRPF.
Ejemplos
*La vivienda que se ponga a disposición de un trabajador de forma gratuita, es decir, sin tener que pagar alquiler.
*La manutención, como puede ser la entrega de cheques restaurantes o poder disfrutar del comedor de la empresa en el caso de que lo haya.
*Vehículo de empresa.
Por último señalar que dicho salario en especie nunca podrá suponer el 30% de las percepciones salariales del trabajador. De la misma forma no puede minorar la cuantía íntegra en dinero del SMI.
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