¿Puedes vender tus productos o servicios, a través de internet, sin tener stock de ellos? La respuesta es , y esto es lo que se conoce como ‘dropshipping’. Consiste en vender productos de otro proveedor en tu tienda online, y si un usuario los compra el envío al cliente lo hará, directamente, el proveedor. Tú, como intermediario, ganarás una comisión por ello. 

Montar un negocio de este tipo es muy sencillo. Apenas implica costes, y no tienes que hacer una gran inversión. Por eso es un negocio en auge, y es fundamental conocer cómo deberíamos actuar a nivel fiscal

Lo primero es estar dado de alta, como autónomo, en la Seguridad Social, así como comunicar a la Agencia Tributaria que vamos a iniciar una nueva actividad económica. Para ello nos daremos de alta en el epígrafe 665 de la IAE (comercio al por menor).

Sobre el IVA, para que un gasto sea deducible en el IRPF tendremos que contar con una factura. Esta, a su vez, debe cumplir con todos los requisitos del reglamento de facturación. El IRPF se pagará sobre el rendimiento neto generado de tu negocio, calculándose por la diferencia entre los ingresos y los gastos. En estos casos los gastos serán, por ejemplo, la publicidad que pongamos o la contratación de los servicios de un community manager (en caso de necesitarlo).

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