A priori, ser autónomo y tu propio jefe es algo bastante atractivo. Con flexibilidad horaria y libertad para organizarse, los emprendedores tienen como principal objetivo aprovechar al máximo su tiempo, siendo lo más productivo posible.

Es fundamental tener un cierto orden a la hora de trabajar, así como saber gestionar nuestro tiempo. Existen infinidad de técnicas y herramientas para conseguir aprovechar al máximo tus horas de trabajo. A continuación vemos las más importantes.

*La tarea más difícil y/o tediosa, lo primero

Pues básicamente consiste en abordar la tarea más complicada, desagradable la primera al ponernos a trabajar. Así el entusiasmo aumenta, y todo lo que tengamos pendiente será más fácil de llevar a cabo.

*La regla del 80/20

Esta teoría expone lo siguiente: “El 80% de los resultados obtenidos proviene del 20% de las acciones puestas en marcha”. Lo ideal es saber identificar cuáles son esas actividades que nos reportan la mayor parte de los resultados, y dedicarle un tiempo fijo cada día.

*Divide y vencerás

Intenta dividir las tareas pendientes en pasos más pequeñitos, de forma que una gran tarea se convierta en una sucesión de pequeñas tareas. 

*¿Conoces el ‘Método Kanban’?

Esta teoría o metodología se basa en “asignar tarjetas para cada tarea que tenemos que llevar a cabo”. Este tipo de tarjetas se pueden distribuir en 3 columnas diferentes (aunque podemos personalizarlas en función a nuestras necesidades).

  • Pendientes de comenzar
  • En proceso
  • Terminadas

El objetivo es saber, de un solo vistazo y siempre que lo necesitemos, como va nuestro flujo de trabajo.

*Lista diaria

La idea es hacer, cada noche, una lista, pero no con las tareas pendientes, sino con todas las tareas que hemos realizado a lo largo del día. Es como una especie de autoevaluación a nosotros mismos, y nos sirve para revisar cómo distribuimos nuestro tiempo y si este es, o no, productivo. 

*Dedica un tiempo a organizarte

Para cumplir las tareas pendientes es clave organizarlas previamente. Así, lo ideal es reservar un tiempo concreto el domingo, por ejemplo, y planificar a grandes rasgos tu semana de trabajo (también podemos hacerlo cada día).

*Libera tu mente

No satures la memoria con tareas pendientes. Anota cada compromiso, actividad o tarea por hacer, y libera la mente. Si tu cerebro tiene la certeza de que todo está apuntado, dejará de preocuparse por recordarlo y estará mucho más despejado a la hora de trabajar.

*Elige tu mejor hora para trabajar

¿Cuándo eres más productivo y estás más concentrado? Los expertos llaman a este momento estado de flujo, y puede darse en diferentes horas dependiendo de la persona. Identifica ese tiempo y saca partido al mismo, concentrando la mayor carga de trabajo en esos momentos.

Todas estas técnicas de las que hablamos pueden variar, y están pensadas básicamente para ayudarte a hacer más en el menor tiempo posible. Pruébalas hasta dar con las que mejor te funcionan y se adaptan a ti y a tus circunstancias. 

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