Con la llegada del nuevo año en enero, los autónomos deberán hacer frente a una serie de novedades, y no precisamente positivas.
En primer lugar, las cotizaciones de los trabajadores por cuenta propia van a subir 8 euros cada mes, pasando la base de cotización mínima de 944,40 a 960,60 euros. Ello supondrá un aumento de 96 euros al año, siendo la cuota mensual de 294 euros.
Las diferentes asociaciones que representan a los trabajadores autónomos rechazan esta decisión del Gobierno, ya que confiaban en que se instaurara un nuevo sistema de cotización en función a los ingresos reales. Pero nada más lejos de la realidad. De nuevo los más débiles, los más castigados fiscalmente.
Otra de las reivindicaciones de los autónomos es el reconocimiento de los gastos de manutención en el ejercicio de la actividad profesional. Lo ideal sería que se implantara el cheque de comida como sistema de pago. Con las deducciones fiscales de los gastos de manutención de los trabajadores autónomos, se respaldaría también al sector de la restauración, tan castigado durante la pandemia.
Los autónomos que trabajan en el sector alimentario se verán afectados por la normativa articulada por el Gobierno para combatir el desperdicio de comida. Se prevé que la nueva norma entre en vigor en enero de 2023, afectando a todos los autónomos que regenten negocios de:
- Hostelería.
- Alimentación.
- Servicios de catering.
- Producción primaria de alimentos.
Poco a poco deberán ir tomando acciones e implantando diferentes protocolos para evitar sanciones de la administración. Igualmente, será interesante que suscriban acuerdos con organismos que gestionen el excedente alimentario o se dediquen a la transformación de los mismos.
Por último, pero no por ello de menor importancia, otra novedad afectará a los profesionales de la información y la comunicación autónomos. Para ellos se va a incorporar un epígrafe específico en el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE), dejando de compartir epígrafe con “pintores, escultores, ceramistas, artesanos, grabadores y artistas similares”. El objetivo es conseguir encuadrar, de forma correcta, sus obligaciones tributarias como profesionales autónomos, tanto por su parte como por la de la propia Administración.
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