Los pagos en efectivo se han convertido en un verdadero quebradero de cabeza para muchas empresas. ¿Qué cantidades podemos pagar en metálico? ¿Cuánto dinero podemos guardar en casa de nuestro negocio? ¿Cómo podemos justificar ese dinero?

Tras los cambios en la legislación, el límite de pagos en efectivo que los negocios pueden aceptar está fijado en los 1.000 euros. De esta forma se controla el pago en efectivo, ya que no deja rastro y complica, y mucho, las labores de inspección

Cuando Hacienda detecta que hay muchos pagos en efectivo en un negocio, inmediatamente sospecha que puede haber fraude. Tanto las empresas como los autónomos siempre deben de tener justificados los pagos y cobros que realice en efectivo. 

Así, la propia competencia o los mismos empleados te puede denunciar ante la Agencia Tributaria si es conocedora de que estás recibiendo pagos en efectivo por encima de los 1.000 euros que marca la ley. Y esas denuncias ten por seguro que serán investigadas. 

Para estar cien por cien tranquilos lo recomendable es tener justificación de todos los pagos que recibamos o qué nosotros hagamos. Las facturas aquí juegan un papel fundamental. La sanción puede llegar a ser de un 25% de la transacción, por lo que si Hacienda comienza a indagar podemos tener un grave problema.

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