Las facturas de abono o facturas rectificativas son aquellas que se emiten cuando cometemos un error en nuestra facturación. Son de utilidad cuando se ha enviado una factura incorrecta a un cliente, por ejemplo. Lo que si hay que dejar claro es que se trata de una factura de abono, utilizando para ello una numeración específica.
En las facturas de abono debe aparecer:
- La fecha en la que se va a hacer el abono
- Los datos del cliente
- Los datos del emisor de la factura
Uno de los cambios más significativos en este tipo de facturas está relacionado con el concepto del importe. Aquí habría que indicar que se trata de una corrección de la factura, e incluir el número a la que corresponda. Este puede ubicarse o bien en el concepto o al inicio o final de la misma. Y los importes deben indicarse en negativo al tratarse de una factura de abono.
Por último, una vez percibido el error en la factura, el profesional deberá emitir lo antes posible una factura de abono o de rectificación de la misma. La ley no establece una fecha específica para emitir este tipo de facturas, aunque sí que es aconsejable emitir la factura de abono antes de que pasen cuatro años desde que se abonó la factura errónea.
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